El pasado 22 de febrero, fallecía en la cumbre del Kilimanjaro el polaco Aleksander Doba. Según un mensaje publicado en Facebook por su familia, el kayakista empezó a encontrarse mal después de haber solicitado a su grupo un pequeño descanso antes de hacer unas fotos.

La historia de Aleksander Doba es sencillamente sorprendente. El polaco hizo historia al convertirse en el primer hombre en cruzar el océano Atlántico en solitario y a bordo de un kayak impulsado por remos. Pero lo más increíble de su hazaña fue, en realidad, que la consiguió a la edad de 65 años. Hasta la fecha, los anteriores registros se habían conseguido con la ayuda de embarcaciones impulsadas por velas.
Aleksander Doba nació en la localidad de Swarzedz (Polonia) un 9 de septiembre de 1946. En su juventud, estudió ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica de Poznan, trabajando posteriormente la mayor parte de su vida en una fábrica de productos químicos. Casado con su esposa Gabriela, tuvo dos hijos: Bartlomiej y Czeslaw. A los 34 años, navegó por primera vez a bordo de un kayak en una excursión organizada por la empresa en la que trabajaba. Desde entonces, descubrió una nueva pasión que le llevó a comenzar a realizar diversas expediciones en kayak con regularidad. De hecho, ya en el año 2003 y con 57 años, ganó la medalla de oro en el Open Academic Polish Championship en kayak, logrando defender su triunfo al año siguiente.

La travesía trasatlántica en kayak de Senegal a Brasil
El primer gran viaje de Doba por el océano Atlántico fue en el año 2010, en una travesía que llevó de Senegal a Brasil. Tenía 65 años cuando emprendió esta expedición de más de 5.300 kilómetros y que completó en 99 días. Para ello, utilizó un kayak de 7 metros de largo. Doba logró establecer un nuevo récord al conseguir realizar la travesía más larga jamás realizada por un kayakista en aguas abiertas.
La travesía de Doba se inició en Dakar (Senegal) el 26 de octubre de 2010 y concluyó en Acaraú (Brasil) 98 días después. La velocidad media de la travesía fue de 2,26 kilómetros por hora, promediando unos 54 kilómetros cada día. Cuando llegó a Brasil, Aleksander pesaba 64 kilos. Había perdido 14 kilos durante las 14 semanas que duró la travesía.
El polaco se convertía así en el primer hombre que viajaba a bordo de un kayak en solitario de un continente a otro, solo ayudado por su fuerza muscular y el empuje de los remos.

Tras esta primera hazaña, Doba se propuso remar en su kayak otros 6.000 kilómetros más hacia el norte enfilando la costa de Sudamérica y Estados Unidos hasta llegar a Washington. Sin embargo, desistió de su idea y se embarcó en el proyecto de recorrer en kayak el río Amazonas. Pero tras ser atacado dos veces en Brasil, abandonó el proyecto.
El 5 de octubre del 2013, ya a los 63 años, Doba partió de Lisboa para realizar un segundo viaje transatlántico. En esta ocasión, tenía la intención de remar más de 8.600 kilómetros entre los dos puntos más alejados del océano Atlántico. Una hazaña que culminó en New Smyrna Beach (Florida) el 19 de abril de 2014. Había empleado 196 días para completarla.
El 3 de septiembre de 2017, Doba completó su tercer viaje transatlántico en solitario en kayak. Un viaje que le llevó desde Barnegat Bay (New Jersey) hasta el puerto de Le Conquet (Francia). Una travesía que había iniciado en aguas norteamericanas en mayo de 2017, por lo que estuvo 110 días en el mar. Para esta tercera travesía, empleó un kayak de 7 metros de longitud y casi 700 kilos de peso. Durante todo el viaje, tuvo que lidiar con una serie de contratiempos en forma de tormentas y averías en la propia embarcación. Hasta el punto de tener que ser ayudado en alta mar por un buque mercante.

Pero las hazañas de Aleksander Doba no se quedan solo aquí. En 1999, realizó una travesía en solitario en kayak alrededor del Mar Báltico. Un recorrido de más de 4.200 kilómetros y que completó en 80 días. Un año más tarde, completó una travesía de casi 5.400 kilómetros entre las ciudades de Police (Polonia) y Narvik (Noruega) en solo 101 días.
Ya en el año 2009, completó una expedición de más de 2.000 kilómetros a lo largo del Lago Baikal, el lago más profundo del mundo, y en la que invirtió 41 días.
Pero además de sus expediciones en kayak, Doba ha saltado 14 veces en paracaídas, ha pilotado planeadores por un total de más de 250 horas y practicaba ciclismo en ruta. Además, contaba en su haber con el título de patrón de yate.

En el año 2015, Doba fue elegido Aventurero del Año tras una votación popular en la página web de National Geographic. Más de 520.000 internautas participaron en la votación. Como muestra de agradecimiento, Doba grabó un vídeo en el que saludaba a los usuarios en un lugar nevado con una camiseta de manga corta. La frase con la que concluyó la grabación, “si un joven de 67 años puede hacerlo, tú también puedes hacerlo”, ha quedado ya como lema de sus grandes hazañas en vida.
Aleksander falleció el 22 de febrero mientras escalaba el Kilimanjaro. Según el relato de los testigos presenciales, se había sentido bien durante todo el viaje. Pero después de llegar a la cima, pidió a su grupo descansar unos minutos para tomar unas fotos. Luego se sentó sobre una roca y “simplemente se quedó dormido y ya no volvió a despertar”. Unos días después, su hijo Czeslaw emitió un comunicado en el que aseguraba que su muerte se produjo probablemente a consecuencia de un edema pulmonar resultante de la altitud en la que se encontraba Doba en ese momento. Sus hazañas han hecho de él un héroe nacional en Polonia.

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