• Saltar al contenido principal
  • Skip to secondary menu
  • Saltar al pie de página
  • Inicio
  • Revista en papel
  • Publicar
  • Contacto

Nautical Reporter

La revista del mar y sus gentes.

  • Gente de mar
  • Navegación Oceánica
  • Cultura
  • Lugares
  • Grandes Regatas
  • Oceanografía
  • Curiosidades

Cabo Vilán

7 de noviembre de 2020 by Xabi Ares Deja un comentario

En la zona más peligrosa de la Costa da Morte y protegido por el Adamastor, gigante mitológico, se sitúa el prodigioso faro de cabo Vilán, erguido como un infatigable vigía de esta costa gallega de obligado paso del tráfico marítimo.

Cuando se habla de este faro, hay que tener en cuenta que es algo más que una simple torre, es un libro lleno de historias. Historias de torreros, de familias, de gente de mar…

Es el guía que ilustra la mente de aquellos que se acercan a visitarlo. En él, uno se da cuenta de la evolución que sufrió la  tecnología a lo largo de la historia y de lo lejos que quedan esos tiempos en los que la misión de los faros era salvar las vidas de los marineros.

Cuando se encendió por primera vez en el año 1896, fue el primer faro de luz eléctrica de toda la península española y segundo de Europa. Es fácil imaginarse el asombro de los vecinos ante tan cantidad de luz que emanaba de la cúpula de la torre, ya que era una población aislada y marginada en donde ninguna de las villas contaba con luz eléctrica. Las más afortunadas aun tuvieron que esperar hasta principios del siglo XX para contar con tal adelanto.

En una zona donde hasta no hace tanto tiempo, un temporal podía dejarte sin luz durante días, el faro era un seguro de electricidad. La casa de los torreros siempre estaba abierta para la gente del pueblo. Un partido de futbol, una buena película, una partida de póker…

Cuando nos adentramos en la historia de este cabo, descubrimos que hasta mediados del siglo XIX solo había 20 faros en toda la costa española, mucho de ellos de luz fija. No fue hasta el año 1847 cuando la reina Isabell II impulsó el Plan General de Alumbrado Marítimo de las Costas y Puertos de España, en el cual se proyectaba la construcción de una pequeña luz en el cabo Vilán.

Este primitivo faro de cuarta orden, del que solo se conservan las ruinas, nació con un gran defecto de emplazamiento pues su altura no era capaz de salvar la roca más saliente del cabo, produciendo un peligroso ángulo ciego de 34°. Para subsanar este problema, antes de su puesta en funcionamiento, dinamitaron parte de la roca que producía la ocultación y le dieron 3 metros mas de altura a la torre. Aun así, el faro inició su andadura el 11 de Julio de 1854 con un ángulo ciego de 21°. Debido a las numerosas quejas recibidas a causa de la poca visibilidad de la luz del faro y de la necesidad de dotar a la zona con un mejor alumbrado, la Comisión de Faros decidió construir un nuevo faro, esta vez de primera orden, en la explanada resultante de dinamitar la roca que producía el ángulo ciego. Es así como surge el actual faro.

Durante su construcción en 1890, como para reafirmar su necesidad, tuvo lugar el naufragio del buque inglés HSM Serpent en Punta do Boi, del que solo sobrevivieron 3 de los 175 marineros que iban a bordo.

Fue necesario dotar al nuevo faro de dos máquinas de vapor que alimentaban dos magnetos encargados de generar la energía necesaria para encender la lámpara de arco voltaico (la luz era producida por dos carbonos) Estas piezas pueden verse en el Centro de Interpretación de Naufraxios, Faros e Sinais Maritimas da Costa da Morte sito en el edificio de servicios del propio faro Vilán.

En este centro de interpretación, también se puede ver el radiofaro de la marca Marconi, instalado en el año 1936 y que sustituyó al primer Telefunken. De este, se decía que tenía unha intensidad tal, que llegaba a 20 millas del puerto de Nueva York.

Según fueron avanzando las nuevas tecnologías, el faro de fue adaptando a ellas. En el año 1962 se instalaba una sirena que reproducía el sonido V de Vilán en código Morse. Esta sirena se utilizaba cuando las condiciones de visibilidad disminuían. En una familia de farero, todo el mundo estaba pendiente de estas señales acústicas y podía ser cualquiera, hijos madres o mujeres quienes accionaban la sirena si se aproximaba una borrasca y el farero no se encontraba en casa o estaba ocupado.

Pese a todos estos esfuerzos las catástrofes en el mar siguieron y siguen sucediendo. Una muestra de ello son las cartografías hechas a mano por José Luis López Redonda, más conocido como Pepe de Olegario, patrón de barco, donde recoge la información de los barcos hundidos que descubrió a lo largo de la costa gallega. Para él era importante, ya que cada vez que encontraba alguno, le aseguraba la pesca de mero durante un tiempo. Dichos mapas pueden verse en el edificio de servicios del faro de Cabo Vilán que con tanto esfuerzo gestiona la Asociación de Empresarios e Promoción Turística de Camariñas.  

Si las paredes hablasen…

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook

Publicado en: Cultura, Lugares Etiquetado como: cabo vilan, costa da morte, faros de galicia, naufragios

Entradas más leídas

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Footer

+ info

Política de privacidad.

Aviso legal.

redes

  • Facebook
  • Instagram
  • YouTube

© 2019–2023

El rollo legal de las cookies... Si quieres, cámbialas aquí.

Nautical Reporter
Powered by  GDPR Cookie Compliance
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Cookies estrictamente necesarias

Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.

Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.