Como sabéis, la revista patrocina la aventura de Diego Hervella a bordo de su Karen Liquid en la regata Transat 650 2023.
Ya queda muy poco para que comience su aventura, y es por eso que queremos compartir unas palabras de Diego:
Familia, amigos, compañeros, El 24 de septiembre, a las 14:00 horas, partiré a cruzar el Atlántico en un diminuto velero de 6,5 metros de eslora, sin asistencia y sin comunicación con el mundo exterior. Seré el primer venezolano y gallego en participar en esta legendaria regata.
¡Quiero compartir este increíble momento contigo! Sigue la carrera desde primera línea en el mapa y a través de un grupo de noticias especialmente dedicado a los que me apoyáis. También estáis todos invitados al bautizo de mi barco el sábado 16 de septiembre en Sables d’Olonne
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¡Muchas gracias a todos!
La Mini Transat 650.
La Mini Transat, también conocida como Transat 6.50, es una regata de vela de solitarios que tiene lugar cada dos años y se ha convertido en uno de los eventos más emblemáticos y desafiantes del mundo de la navegación. Esta regata extrema se lleva a cabo en embarcaciones de tamaño reducido, conocidas como «Mini 6.50», que miden tan solo 6,50 metros de longitud. A pesar de su modesto tamaño, la Mini Transat ofrece una aventura marítima impresionante que abarca más de 4.000 millas náuticas, lo que equivale a aproximadamente 7.400 kilómetros.
Orígenes de la Mini Transat
La Mini Transat tuvo sus inicios en la década de 1970, cuando el navegante británico Bob Salmon propuso la idea de una regata en solitario de Gran Bretaña a Nueva York. Sin embargo, debido a los altos costos y la falta de interés en la época, el proyecto no se concretó. En lugar de abandonar la idea, Salmon trasladó su visión a Francia, donde encontró un público más receptivo.
En 1977, la primera Mini Transat zarpó desde Penzance, en el suroeste de Inglaterra, hacia Antigua, en el Caribe, marcando el inicio de esta regata única. Desde entonces, la competición se ha convertido en una tradición bien establecida en la comunidad de navegantes de solitarios y ha crecido en popularidad y prestigio.
Las Reglas y Desafíos
Una de las características más notables de la Mini Transat es que los competidores deben navegar solos en embarcaciones de 6.50 metros de eslora, diseñadas específicamente para esta regata. Las estrictas reglas técnicas garantizan que todas las embarcaciones sean lo más similares posible, lo que pone el énfasis en la habilidad del navegante en lugar de la tecnología del barco.
La regata se divide en dos etapas. La primera etapa lleva a los competidores desde La Rochelle, en la costa atlántica de Francia, hasta Las Palmas de Gran Canaria, en las Islas Canarias. Esta etapa generalmente abarca alrededor de 1.350 millas náuticas y es un desafío intenso que expone a los navegantes a una variedad de condiciones meteorológicas, incluyendo fuertes vientos y grandes olas.
La segunda etapa es aún más extrema, ya que implica una travesía transatlántica desde Las Palmas hasta la isla caribeña de Martinica, que tiene una longitud de aproximadamente 2.700 millas náuticas. Esta etapa es una prueba de resistencia física y mental, ya que los navegantes pueden pasar semanas en el mar, solos a bordo de sus pequeñas embarcaciones.
El Espíritu de la Mini Transat
La Mini Transat es una regata que pone a prueba la determinación, la habilidad y la valentía de los navegantes en una forma única. Aunque la competición es feroz, existe un fuerte espíritu de camaradería entre los participantes, quienes enfrentan los mismos desafíos y comparten un profundo amor por la navegación en solitario.
La regata también ha sido una plataforma para que muchos navegantes talentosos lancen sus carreras en la vela oceánica. Algunos de los nombres más destacados de la vela, como Michel Desjoyeaux y Ellen MacArthur, comenzaron sus trayectorias en la Mini Transat antes de embarcarse en hazañas aún más grandes.
Tributo a la pasión
La Mini Transat es una regata única que ha capturado la imaginación de navegantes y entusiastas de la vela de todo el mundo. A pesar de sus desafíos extremos y su modesto tamaño de embarcación, esta competición continúa atrayendo a aventureros audaces que están dispuestos a enfrentarse a los elementos y probar sus límites en el vasto océano Atlántico. La Mini Transat no solo es una prueba de habilidad en la vela, sino también un tributo a la pasión y la perseverancia de los navegantes solitarios que se embarcan en esta épica aventura cada dos años.
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